Fallecido en Madrid un importante empresario, sus hijos vinieron a consultar al Despacho de Abogados Heredium sobre la posibilidad de recibir en herencia unos bienes de relevancia económica, pero con importantes cargas. Estudiado el asunto, resultó que el fallecido tenía una inspección de hacienda pendiente por sus actividades económicas, cuyo resultado era dudoso. Ante esta circunstancia, el despacho recomendó a los herederos que hicieran la aceptación de la herencia a beneficio de inventario. Así lo hicieron y el resultado fue que la inspección de hacienda pendiente dio lugar a un acta a ingresar en el tesoro público de una cantidad muy sustanciosa, para lo cual, habrían respondido los herederos, no solo con los bienes de la herencia sino con sus propios bienes personales.

En este asunto, si no hubieran estado debidamente asesorados, el patrimonio personal de los herederos habría terminado embargado por los servicios ejecutivos de hacienda, pero como la recomendación de Heredium fue la de que aceptaran la herencia pero solo a beneficio de inventario, esta situación no se produjo.